APASIONADOS POR DIOS
- La Iglesia del Cambio
- 20 abr
- 2 Min. de lectura
Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte Isaías 26:9a
Una cosa es anhelar, desear, y otra muy bien diferente es ejecutar la acción de una búsqueda genuina por alguien con ansiedad desesperada; como cuando algo de un valor incalculable se nos ha perdido y no descansamos hasta encontrarlo. Esa debe de ser nuestra actitud en cuanto a buscar la presencia de nuestro Gran Dios, puesto que es la herencia que Cristo nos dejó con su gran ejemplo Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. (Marcos 1:35)El apóstol Pedro nos exhorta en la Palabra de DiosDesead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación. (1 Pedro 2:2)Imaginemos un niño recién nacido, el cual su único recurso para vivir es el alimento materno, sin éste no sería posible su existencia para crecer y desarrollarse. Así mismo debe ser nuestro anhelo por encontrar a nuestro Padre Celestial y su presencia, sabiendo que caminar de su mano día a día, es nuestra vía de salvación.¿Cuántos beneficios puedo experimentar fruto de buscarle? Entender lo valioso que soy cuando estoy con Él, Disfrutar de su compañía y protección Saber y reconocer que soy su hijoCuánto amor y misericordia derrama sobre mi Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? (Salmo 42:2)Fruto de esa búsqueda, los días de gloria vendrán, pasión por su obra, por la oración, orar unos por otros, por sanidad, perdón, reconciliación, santidad; ya que nuestro deber es amarle, porque Él nos amó primero. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. (Hebreos 12:14)
En esta mañana me acerco sediento de ti, sabiendo que eres el Único que puede llenar todo vacío en mi corazón, anhelando solo tu presencia que sana, restaura y le da sentido a mi vida. Lléname y cúbreme con tu gran amor, En el nombre de Jesús, Amén.
He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.Amos 8:11

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